La litoterapia usa minerales y rocas diluídas y dinamizadas.
Para entender la actividad curativa de los minerales y metales conforme a este método, conviene observar que en los procesos metabólicos intervienen por un lado los enzimas específicos, y por otro, determinados metales y metaloides que actúan como catalizadores del proceso.
Se ha constatado en numerosas ocasiones que, aunque un determinado ión interviniente en algún proceso enzimático se encuentre presente en cantidades suficientes, el proceso metabólico en cuestión no se lleva a cabo correctamente, lo que hace pensar que el ión se encuentra incapacitado para realizar su función. La tesis que se mantiene en este sistema es que el ión se encuentra formando un complejo, o “quelatado” con alguna de las múltiples sustancias con las que el hombre se encuentra contaminado.
En la litoterapia, el mecanismo de desbloqueo de un metal o metaloide inactivado, se establece en función de la similitud que existe entre la configuración estereoquímica del quelato, y la estructura cristalográfica del mineral empleado, y no solamente mediante la analogía con el ión metálico, como sería el caso de la oligoterapia.
Por ejemplo, los complejos secuestradores de calcio y fósforo presentan estructuras semejantes a las redes tetragonal y hexagonal. Por eso, cuando se desea tratar una columna vertebral con osteoporosis, por ejemplo, se emplean minerales que contienen calcio y una estructura cristalográfica tetragonal (FELDESPATO TETRAGONAL) o hexagonal (APATITO) , ya que dicha estructura cristalográfica es semejante a la de la molécula con la cual han de competir.
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